EL MIEDO A SUFRIR ES PEOR QUE EL PROPIO SUFRIMIENTO

 Buenos días:

Hoy vamos a reflexionar sobre algo muy cotidiano que experimentamos a diario y que, es necesario, darle una vuelta de vez en cuando. Porque nos equilibramos en ciertos momentos, pero en un descuido volvemos a caer y nos atrapa de nuevo. Me refiero al MIEDO al SUFRIMIENTO.

Esta frase tan simple lo define, de forma muy clara, en pocas palabras. Todos somos conscientes que el SUFRIMIENTO o el DOLOR es inevitable en ciertas situaciones. Es más, si o si, debemos habituarnos a experimentarlo en ciertas fases de nuestra vida porque todos, de una forma o de otra, pasamos por alguna situación que nos los provoca: fallecimiento de un familiar, un accidente, una traición, etc.

Pero, en lo que realmente me quiero detener es en algo que nos invade, en ciertos momentos, que es aún peor que el propio sufrimiento. En concreto, es el MIEDO a padecer ese sufrimiento. El miedo, todos lo conocemos igualmente, convive con nosotros desde muy pequeños. Es más, cuando tratan de corregirnos una conducta infantil, normalmente lo hacen inculcándonos miedo para que no la volvamos a repetir. Inconscientemente es algo que, a la larga, nos acarrea graves consecuencias, aunque en ese momento nuestros padres (el ejemplo más claro) no sean conscientes de ello; quizás porque repiten el mismo patrón que ellos vivieron.

Pero corregir una conducta, en edad temprana, contrarrestándola con miedo no es nada beneficioso para nadie. Y máxime, teniendo en cuenta que el miedo no es otra cosa que una AUTOSUGESTIÓN que nos provocamos nosotros mismos para frenarnos ante ciertas situaciones o experiencias. Es algo muy sencillo pero, a la vez, complicado de entender para poder corregirlo.

Yo te puedo compartir que he sido la persona más MIEDOSA que te puedas imaginar (y eso lo sabe bien mi familia). Sin embargo, desde que descubrí el fin del mismo y el daño que me ha estado provocando durante todo este tiempo lo he desterrado por completo. Máxime, cuando entiendes, para colmo, que eres tú mismo el que te lo provocas; aunque normalmente tratamos de achacarlo a a situaciones externas de las cuales decimos que nos lo provocan.

No te equivoques, el MIEDO sólo existe si tú le das la FUERZA suficiente para ello. Y ya si lo combinas con el SUFRIMIENTO, como indica nuestra frase de partida; ese SUFRIMIENTO, que sí es inevitable (ya que el miedo si es posible evitarlo) agrava aún más la situación de SUFRIMIENTO que experimentas.

Es un poco más largo de entender y procesar y trataré de compartirlo en más ocasiones contigo para que puedas analizarlo con más profundidad de forma OBJETIVA. Por hoy sólo te te deseo un Feliz Sábado y que trates de empezar a frenar ese MIEDO que tantas cosas hace que te pierdas: tanto malas como buenas. De ti depende.