domingo, 29 de mayo de 2022

Cap 26 El Ser y su capacidad observadora: Las Señales

     ¿Qué tal volador@? Nuevo encuentro semanal para seguir avanzando sobre nuestro propio conocimiento y disfrute personal. La semana pasada ya vimos que finalmente, todos tenemos una fecha de caducidad; por tanto, hemos de repasar y entender cómo vamos a disfrutar de nuestra experiencia mientras llega ese momento. Es importante, recordar que esa fecha de caducidad no suele tener una fecha predeterminada como nos lo indican muchos productos que consumimos. Por ello, es importante, disfrutar de nuestra experiencia terrenal como si cada día que disfrutemos fuese un regalo más y un  retraso de nuestra fecha de caducidad. En fin, dale una vuelta al tema porque es importante tenerlo en cuenta para comprender muchas de nuestras experiencias. Sólo me queda agradecerte tu presencia en un nuevo vuelo y nos abrochamos el cinturón para tomar pista hacia un nuevo Vuelo del Ser


    Volador@ hoy quiero detenerme en otro aspecto que se nos muestra a diario en nuestro camino; sin embargo, no somos capaces de apreciarlo porque, como siempre digo, andamos día a día con esa venda no sólo en nuestro ojos sino en nuestra propia mente que no nos deja apreciar la multitud de señales que nos muestra nuestro ser sobre muchos de los acontecimiento s que nos toca vivir. Desde que he prestado atención a ellas, cada día soy más consciente de su existencia y, por supuesto, pongo mucha más atención; dejando que las vicisitudes mundanas que nos acompañan día a día no me dejen no verlas y apreciarlas. Porque esas señales están ahí frente a nosotros, aunque a veces no queramos verlas. Muchas veces por el miedo que supone prestarle la atención que requiere y máxime cuando te sugieren cambios en tu vida que hacen perturbar tu zona de confort. Y hoy vamos a recuperar, de nuevo, este tema porque afecta mucho a lo que hoy vamos a tratar de pensar o, más bien cuestionarnos.

    Como sabes, nuestra mente es sumamente poderosa y creativa y, por ende, pasan por nuestra cabeza multitud de pensamientos. Muchos de ellos son insulsos y sin sentido, pero otros muchos son importantes en cuanto a la cantidad de información que nos pueden llegar a ofrecer acerca de nuestro camino. ¿Qué ocurre? Que, como solemos estar tan ocupados en nuestro ajetreo diario, no somos capaces de dilucidar cuáles son realmente informadores y cuáles se destinan a entretener nuestra mente. Vamos a partir de un punto de vista claro y conciso. Ante cualquier situación a la que te enfrentas, ya sea una decisión importante a tomar (aceptar un trabajo u otro) o cualquier actividad de mero trámite (comprar agua con gas o sin gas) la mente nos propone multitud de oportunidades o alternativas a tener en cuenta. Partiendo del ejemplo del agua: sin gas es más natural, con gas te gusta más, si gas es mejor para la salud, con gas te ayuda a expulsar gases, etc. Así podría seguir indefinidamente, según a nuestra mente le de por atacarnos más o menos. Y, ya ni te digo, ante una situación de más envergadura, como es la elección de un trabajo, una pareja, elegir una carrera a estudiar, etc. 
Siempre te he dicho que inevitablemente vas a hacer lo que en tu vida esté previsto y, es así, aunque a priori nos cueste creerlo; porque nos gusta creer que tenemos el control y la capacidad creadora de nuestra vida. Pero, si observas, te darás cuenta realmente que no es así. Lo que ocurre es que normalmente durante nuestra vida son pocos los que se dedican a observar, ya que piensan o creen que puede ser una pérdida de tiempo o que realmente no sirve para nada. Yo vengo inculcándote esto desde el principio, porque sólo así serás capaz de poder lograr entender tu ser. Ahora bien ,ya te adelanto que no es trago fácil, no porque pueda ser complicado en sí, sino más bien por la falta de costumbre o, quizás, por lo incómodo que puede resultar al principio. Ya sabes que, cualquier desvío de nuestra mente de nuestra zona de confort, nos produce inquietud y, a veces, agobio, por nuestra necesidad perentoria de querer tenerlo todo bajo control. Y es que cuando te des cuenta, querido volador@, que no hay nada que podamos controlar aquí y ahora, sino más bien tomar el volante y seguir el camino marcado. Imagínate que te has montado en un coche y te tienes que dejar caer por una montaña abajo por una carretera llena de curvas y de baches y que no tienes posibilidad de cambiar de carretera y, mucho menos, echar marcha atrás. En este caso, como se suele decir, no nos queda otra que apretarnos el cinturón, coger bien el volante y decir buen viaje. Pues esa es, realidad, nuestra vida.


    Ahora bien, mientras bajamos esa carretera, ante una curva cerrada podremos intuir que hay que aminorar la velocidad o, si nos encontramos muchos baches, habrá que estar más atento a la calzada para evitar ciertas molestias. Pues bien, partiendo de esta premisa quiero advertirte que durante ese viaje tu mente te muestra multitud de señales que te indican qué viene después de esa curva cerrada o ese bache. Ahora bien, si tu sólo piensas en la carretera y nada más que en la carretera y en querer llegar, dejas pasar de largo mucha información que te ayudaría a que ese viaje tan abrupto, a priori, pueda ser mucho más placentero y hasta disfrutar en caso de pinchazo por el camino. Te habrás dado cuenta que lo que trato de decirte realmente no tiene nada que ver con una carretera ni con un coche sino contigo mismo y con tu mente o, más bien, con tu ser.

    Si realmente no te planteas este vuelo como algo ajeno a tu día a día y como algo sólo para ti. Muchos de estos vuelos carecerán de sentido porque para pasar el tiempo quizás pueda ser más entretenida una serie de Netflix. Por eso suelo ser y, lo reconozco, muy cansino en ciertos aspectos. Quiero que a, partir de ahora, ante cualquier situación a la que te enfrentes observes esas señales que tu mente te propone y seas capaz de desechar lo que es contenido de mero trámite a lo que realmente te está indicando tu mente. Es como cuando estás haciendo un examen tipo test y te dan cuatro alternativas y sólo una es la respuesta correcta. Sólo el que es observador e intuitivo acertará, el resto optará por la respuesta más cómoda. Sin embargo, dilucidar qué respuesta es la correcta ante un tipo test es complicado porque, a veces, sólo cambia una o dos palabras de la correcta y nos resulta hasta incómoda tomar esa decisión porque nos invade la duda y nos aparta de la realidad. 

    Así es, querido volador@, la vida: como una carretera abrupta, como un tipo test incómodo. Quizás no se te había ocurrido pararte a pensar en estas similitudes más mundanas. Ya sabes que me gusta hablarte en términos muy claros para que realmente esto te lleve a algún sitio. Decirte que te vistas de blanco, que enciendas una vela y que cruces los pies, créeme volador@ que, salvo que disfrutes del egregor creado, de poca utilidad te va a servir para acercarte y entender tu ser. Piensa que cada uno de nosotros hemos de convertirnos en un Felix Rodríguez de la Fuente y, en vez de observar a los animales y aprender de sus señales, hemos de observarnos a nosotros mismos y aprender de nuestras señales. O ¿Cómo crees que el hombre ha aprendido tanto de los animales? De su observación y de las señales que nos han transmitido. Por ello, hoy nuestro vuelo está dedicado a algo fundamental para el conocimiento de nuestro ser y, no es otra cosa, que la observación de las señales. Puedes practicarlo contigo mismo, en beneficio propio, pero también con la observación de los demás pero fuera del ámbito puramente cotilla como suele hacer el hombre primitivo. Observa a los demás con la curiosidad de lo que te puede aportar a ti. Esa observación te puede ayudar a entender muchos de tus malentendidos, preocupaciones o éxitos. Las señales están ahí esperando a ser percibidas por nosotros.

    Una vez más llegamos al final de nuestro vuelo semanal, no sin antes agradecer tu fidelidad y recordándote que, aunque sé que es complicado, no seas sólo un consumidor pasivo de estos vuelos y compartas con el resto de voladores tus experiencias u opiniones en la cajita de comentarios o regalándonos un like si te ha gustado el video. Nos volvemos a encontrar en un próximo vuelo. Hasta entonces recibe un inmenso abrazo.
    En Motril a 28 de Mayo de 2022
    Javier Mercado 
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domingo, 22 de mayo de 2022

Cap 25 La Caducidad del Ser: ,la clave de nuestra existencia

     Volador@ aquí estamos de nuevo ante un nuevo reto semanal. ¿Has empezado a introducir la confianza dentro de tu día a día para darle más fuerza a tu ser? Si es así, me alegro por ello, en caso contrario, ya sabes que todas estas cuestiones llevan su tiempo y, lo más importante, ante un reto es la constancia; el primer escalón al que tendrás que enfrentarte si deseas conocerte realmente y, por ende, disfrutar de los vuelos que semanalmente te propongo. Tras nuestro repaso introductorio semanal, es buen momento de tomar posiciones, ponernos cómod@s en modo off para el resto del mundo durante estos minutos y tomar pista porque vamos a despegar hacia un nuevo Vuelo del Ser. 

    


    Volador@ hoy vamos a sacar a la palestra de nuestro ser, algo en lo que algunos pensamos , a veces, y otros pretenden negar la evidencia. No es otra cosa que la denominada fecha de caducidad del ser. En alguna ocasión hemos hablado sobre nuestro proceso de entrada a esta experiencia, a través de nuestro nacimiento, y del proceso de salida que se hace a través de nuestra muerte física, nunca del ser. Pues bien, en términos coloquiales esa muerte o salida de esta experiencia es la denominada caducidad del ser. Si has empezado a practicar tu aspecto observador, como te vengo recomendando a lo largo de los episodios, habrás podido observar que es la realidad.

    Nos creemos directores de nuestra experiencia en la tierra, y en parte, es cierto, ya que cada uno de nosotros hemos diseñado lo que aquí realmente experimentamos. Pero, esa capacidad de dirección, sólo está operativa antes de venir a disfrutar de esta vida, aunque para algunos pueda ser traumática. En realidad, la vida es un cúmulo de vivencias que nos aportan sensaciones a nuestro ser o espíritu. No hay otro fin detrás de todo esto. Y si, aún no has sido capaz de llegar a esa conclusión, es porque no observas lo suficientes todo lo que acontece a nuestro alrededor y sacas tus propias conclusiones. Te voy a proponer una serie de preguntas para ponerte en la tesitura de que tengas que pensar, por lo menos en ello. Te advierto que si desarrollas al máximo tu capacidad observadora, te será más fácil obtener las respuestas. Y lógicamente, esas respuestas son para ti y tu ser. Vamos a ello: ¿qué opinas de una muerte prematura? ¿piensas que ese ser que se marcha prematuramente no lo ha hecho bien y por eso se va? o, en realidad, ¿piensas que es cuestión de buena o mala suerte?. ¿Qué opinas sobre los que se marchan a través de un proceso como una enfermedad grave o una muerte fortuita (accidente, asesinato, etc)? ¿Te has cuestionado nuevamente a qué se debe? ¿A que no actuó correctamente? No se cuidó lo suficiente y por eso no superó la enfermedad, o bien no fue lo suficientemente cauto y por eso falleció en un accidente.

    ¿Te has cuestionado esto alguna vez dentro de ajetreada vida?. Es muy importante, pensar en ciertos aspectos para poder adentrarnos a conocer nuestro ser y poder entender por qué y para qué estamos aquí. Es más, es una de las premisas principales que nos despertarán nuestra inquietud por acercarnos a la verdadera realidad de nuestro paso por aquí. Si no lo has hecho aún o no lo haces nunca, no pasa nada; ya que simplemente tu paso por aquí será más sencillo y se limitará sólo y exclusivamente a vivir la experiencias bajo la creencia de que somos dueños de nuestra vida y que todo lo que acontece a nuestro alrededor depende de lo que hagamos en cada momento. Esto es un falso mito que sólo los verdaderos buscadores logran comprender y aceptar antes de su marcha. Por eso, yo sé que mi labor en esta faceta del vuelo es simplemente ser la llave o conexión para que tú puedas ver con claridad el siguiente paso que has de dar. Siempre he dicho que tengo la tranquilidad total y absoluta de que no te voy a enseñar nada que tu no sepas, porque en realidad, no soy maestro de nadie. Ni siquiera de mi mismo. Porque los maestros sólo existen  en la escuela como concepto. 

    Pero bueno, no me quiero liar con ciertos aspectos que luego me quedo a la mitad de lo que realmente quiero transmitirte. Cuando hable de caducidad del ser a lo que me refiero es a que cuando llega nuestro momento de marcha, sea cuando sea, el mismo es irremediable e inamovible. A veces, se puede intuir, sobre todo cuando viene precedido de una enfermedad grave o situación que, por las circunstancias, nos anuncia que está próximo el momento de nuestra marcha. Pero es así y es, muy importante, que seamos conscientes de esa realidad para poder enfrentarnos a ella con la naturalidad que corresponde. Entiendo que pueda ser dolorosa, que no nos guste, a priori, pero que es un deseo de cada uno de nosotros que hemos de respetar. Porque esa fecha es elegida concienzudamente por cada uno de nosotros y, sobre todo la forma, para aportar a nuestros hermanos (en sentido general, no familiar) de una serie de sensaciones y emociones que eligieron vivir y que, necesariamente, pasan por el hecho que produce nuestra fecha de caducidad del ser y las circunstancias en las que ocurre.



    Entender todo este proceso supone un paso importante para aminorar efectos duros que suponen vivir dichas experiencias. Pero, a quién no le supone una experiencia placentera, dejarse caer por una montaña rusa a toda velocidad, aunque suponga experimentar miles de emociones contradictorias durante el momento: miedo, angustia, placer, cosquilleo, etc. Es muy curioso porque cuanto más observamos al ser más información nos aporta para comprender todo esto. Interiorizar esta cuestión dentro de nosotros o, más bien , reconocerla porque ya existía nos aportará una gran sensación de tranquilidad y paz que aminora, en gran medida, la angustia que provoca la marcha de cualquiera de nuestros hermanos. Porque, en realidad, esa es otra cuestión que tampoco valoramos y somos conscientes. El concepto de hermandad de todos los seres humanos ha desaparecido completamente de nuestra sociedad, limitándonos a las relaciones de parentesco que establecen los cánones sociales en los que, en función de nuestro supuesto origen terrenal, tenemos hermanos, primos, nietos o sobrinos; por decir algo. Y en función de esa cualidad tengo la "obligación" de sentir cariño por ellos por razones de arraigo.

    Esta cuestión será otro tema que me guardo para desarrollar en otro vuelo mejor, porque tiene mucha tela que cortar y que tampoco observamos. Ya sabes que todo va surgiendo poco a poco y aún nos queda mucho camino que recorrer. Quiero, antes de que llegue el momento del fin de nuestro vuelo, apuntar una cuestión más sobre la caducidad del ser que me parece igualmente importante. ¿En qué me baso para poder afirmar su existencia tal y como la he denominado? Precisamente en la observación de las marchas de cada uno de los hermanos a los que llega su momento. La no explicación racional o lógica de la llegada de dicho momento no la baso en la mala o buena suerte como hacemos muchos, ya que te comenté claramente que la suerte no existe ni se puede buscar, como muchos creen. La suerte es sólo el concepto que define una situación única y exclusivamente. Por tanto, descartado el factor suerte y, dadas las situaciones tan dispares en la que ocurre esa caducidad del ser o muerte,  ¿a qué lo achacarías tú?. 

    Lo que sí me resulta muy curioso, desde que me convertí en un observador empedernido del ser, es la multitud de posibilidades que nos ofrece la caducidad en cuanto a momento, forma, circunstancias, hechos, etc. El ser humano es un creador (otra faceta importante que debemos tratar en otro vuelo) pero esa cualidad no es desarrollada en esta experiencia in situ llamada vida. Esa faceta, como te he indicado, la desarrollamos ampliamente antes de venir y, si no te lo crees, piensa en todo lo que has vivido hasta ahora en tu vida; cualquier telenovela turca que estés viendo ahora te parecerá un capítulo de los Simpsons. Tu vida o novela es realmente una de tus mayores creaciones y, lo interesante de ella, es que a través de este viaje que aquí realizamos se nos permite experimentar en todo su esplendor. En términos coloquiales somos el director, guionista y actor principal de nuestra propia telenovela. 

    En fin volador@, yo siempre lanzando pequeños dardos o tratando de darte pequeños toques de atención con el único propósito de que te descubras. Sin comérnoslo ni bebérnoslo hemos llegado al final de un nuevo vuelo y lentamente procedemos a bajar en altura para que, nuestra vuelta con la realidad, sea lo menos brusca posible. Una vez aterrices puedes continuar con todo lo que dejaste pendiente. Espero contar contigo en nuestro próximo encuentro. Como siempre, agradecido y feliz de que estés ahí una vez más. Nos volvemos a encontrar en una nueva aventura. un inmenso abrazo.

    En Motril a 21 de Mayo de 2022 

    Javier Mercado      

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domingo, 15 de mayo de 2022

Cap 24 Confianza: el equilibrio perfecto de la aceptación.

    ¿Qué tal volador@? Una nueva semana preparado para recibirte a nuestra cita. El último vuelo se que es un poco complicado. Tocamos una de nuestras herramientas más complicadas de manejar: el subconsciente. Espero que hayas comenzado tu andadura de observación porque te aportará mucha más información de la que puedas imaginar. No decaigas y ve paso a paso. Vamos a ir tomando asiento y preparando nuestra mente para una nueva inmersión que nos llevará a lugares hasta ahora desconocidos de nosotros mismos. Así de curioso y de particular es el viaje que comienza en este momento en El Vuelo del Ser.


    Volador@ nos disponemos a iniciar un nuevo paso hacia el encuentro con nuestro ser, nuestro interior o, como lo queramos denominar, nuestra verdadera identidad. Los seres humanos, has podido comprobar, con este proceso previo que ya llevamos compartido, somos muy complicados y, sin embargo, si eres capaz de mirar bien en tu interior, en realidad, somos muy sencillos y simples; sin embargo, como somos tan especiales, que cualquier cosa sencilla y simple, como tan fácil nos parece que preferimos darle la vuelta todo y convertimos lo sencillo en complicado.

    Esa es otra faceta del ser humano que viene provocada por nuestra otra faceta del ser, la desconfianza. Qué difícil, querido volador@, es hoy exteriorizar esa cualidad del ser que tantos quebraderos de cabeza nos da: la confianza. Quiero decirte que es una experiencia que sólo disfrutamos en este viaje, porque como ya te he ido adelantado, del lugar de donde venimos y al lugar donde iremos tras nuestra marcha, no es posible disfrutar de esta cualidad y de muchas otras que son propias de este viaje. Por eso, en el 99% de los seres humanos, todos de alguna forma o de otra experimentamos dichas sensaciones, porque son únicas e irrepetibles. Aunque, en ocasiones, puedan resultar desagradables.

    Pero es que, volador@ la confianza, es una de las cualidades que se nos otorga durante este viaje para que muchas de las experiencias que vivimos aquí sean menos traumáticas o dolorosas. Sin embargo, hay multitud de voladores cuya cualidad brilla por su ausencia y, ello, lo único que provoca es más daño del que ya nos depara en muchas de nuestras experiencias. ¿Qué es la confianza? "Esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de una forma determinada, o en que otra persona actúe como ella desea", en un sentido más esperanzador; quizás podemos entender según su definición. Pero, yo me voy a referir a ella en otro sentido. La confianza para el ser es una herramienta que ayuda a la tranquilidad del ser. Es decir, cuando tú confías en alguien o algo, no sueles sentir preocupación o malestar. Otra cosa, son los momentos de flaqueza que nos pueden dar, de vez en cuando, que son pequeños amagos de desconfianza o pérdida de esa esperanza a la que nos referíamos en su definición.

    Sin embargo, hay muchos seres que no son capaces de mostrar esa confianza en los demás, imagínate en uno mismo. Y esa falta de confianza o desconfianza, se convierte en otro de nuestros enemigos del ser. Madre mía, la de enemigos que tiene el ser. Esto parece una batalla campal. Y ya hemos visto unos cuantos: miedo, falsedad, culpa, remordimiento y los que nos quedan. Si te fijas, y ya vimos algo en un vuelo el ser es bueno por naturaleza y son estas cualidades o enemigos los que provocan todas esas aventuras y desventuras que vivimos. Imagínate que tu ser es la materia prima y, en función de los ingredientes que vayamos usando, así acabamos. Pero, usando el símil de ingredientes, de ti depende dejar de usar en tu interior aquéllos que provocan malestar o dan un mal sabor a tu propio interior.

Es importante entender de forma muy sencilla todo esto. Por eso me gusta contártelo de diferente forma para que algo que, a priori, puede parecer complicado. En realidad, sea para tí lo más sencillo del mundo que es como realmente eres. Son todos aquellos ingredientes o cualidades que usas para alimentar tu interior los que provocan que muchas sensaciones puedan ser sosas, dulces, picantes, etc; usando temas culinarios a la hora de comprender nuestras experiencias.

    Pero sigamos avanzando en el tema que hoy nos ocupa que es la confianza o desconfianza, como elemento pacificador o enriquecedor de nuestro ser en su aspecto positivo. Cuando tu dotas a la mayoría de tus experiencias vitales de confianza, la vivencia de las mismas es mucho mejor que cuando dejas que te pueda la desconfianza total. Y, una vez más, lo vamos a concretar en algún ejemplo para tratar de ser más claro. En una pareja, la base de una relación, es la confianza de uno con el otro; ya que la ausencia de la misma provocaría grandes lesiones en la propia relación y en nuestro ser. Lo mismo puede ocurrir en una relación laboral con jefe y empleado, si no existe esa base de confianza no hay posibilidad de que la misma no sea un mar de desfortunios. Ello, no implica que cuando se tenga que producir la vivencia de un engaño se tenga que experimentar irremediablemente pero nos evita un lastre previo de sufrimientos. Imagina que irremediablemente, aunque tú ahora no lo sepas, has de vivir una traición o un engaño por parte de una persona cercana. Si previamente, estás continuamente desconfiando, mientras llega el momento, sufres en exceso algo que inevitablemente vas a vivir. Es como si te fuese a caer en el pie un caldero de agua hirviendo y mientras se calienta el agua metes el pie en el caldero y comienzas previamente a sufrir.

    Sinceramente, te aseguro que es mucho mejor hacer el camino con confianza que si ya dudas desde el principio. Imagínate aplicado en primera persona. Si no somos capaces de confiar en nosotros mismos, jamás, por mucho que nos lo planteemos, seremos capaces de confiar en los demás. Por ello, querido volador@, esa confianza debe comenzar con uno mismo. Para que sea fructífera y nos de resultado, hemos de apoyarla en otra cualidad de la que ya hablamos, la aceptación. La confianza y la aceptación unidad son una explosión revulsiva para nuestro ser. Pero, cuantos más efectos tiene es si van unidas. Por separado, ayudan pero no terminan de soltar todo su potencial sobre nuestro ser. Por ello, hoy quiero invitarte a que comiences a darle rienda suelta a esa cualidad que posees desde siempre y que, quizás, hace tiempo que tienes olvidada porque el miedo u otras cualidades o ingredientes que usas a diario, toman el sabor o control de tu ser. 



    Recuerda que si a una buena base como tu ya eres, le vamos añadiendo buenos ingredientes o cualidades, esa base o ser, mejora irremediablemente por dentro y por fuera. Y es que querido volador, lo creas o no, estas cualidades no sólo cuidan nuestro ser desde dentro sino también nuestro envase o cuerpo. Cuando tú le das a tu ser una buena ración de aceptación y le pones un poco de confianza; créeme que no solo tu mente cambia, sino tu propio cuerpo. Porque, aunque no lo pienses, esa sensación de bienestar es vital para la reconstrucción de nuestras células. No tienes más que pensar y, esto no lo podrás poner en dudas, una persona que mentalmente e interiormente está bien, no se ve reflejado en su físico o cuerpo. Y esto, será otra asignatura pendiente que trataremos en algún vuelo que es necesario detenerse a pensar. Mens sana in corpore sano, es una máxima vital y real como el aire que respiras. Si tu mente no se encuentra bien, jamás tu cuerpo podrá estar bien. 

    Y me puedes decir, también hay zumbados que cuidan su cuerpo obsesivamente y que, sin embargo, mentalmente están muy mal. Pues si. Pero son casos muy excepcionales, en realidad. Por eso, una de las primeras señales que te ofrece tu ser para saber que no estás bien es tu estado físico o exterior. Si no te sientas frente a ti y te miras y reconoces la realidad, jamás podrás llegar a adentrarte a tu ser. De ahí, que en nuestro primeros capítulos tratásemos el tema de la aceptación, porque es uno de los principales pasos que debe dar el ser humano para iniciar el camino hacia nuestro interior. Luego, a base de ingredientes estratégicamente mezclados, se pueden conseguir muchas más cosas. Pero la verdadera esencia está ahí. Si yo no me acepto, el que aplique más o menos confianza no tiene el verdadero efecto que puede desplegar que si ya me he aceptado. Los grandes cambios del ser llegan a través de pequeños logros y pasos que damos.

    Piensa que tú eres ahora como un drogadicto que te has metido de todo, y pido disculpas por el símil que no va malintencionado. Estás tan intoxicado de culpa, remordimiento, desconfianza, que, a pesar de lo mal que te sientes rodeado de todo ello, no quieres desprenderte porque te da seguridad; en el sentido de que sabes los efectos secundarios que que producen en tu ser todas esas cualidades pero, a pesar de que no sean beneficiosos para tu ser, prefieres rodearte de ellos porque forman parte de todos. Sin embargo, la aceptación, por ejemplo, es incómoda (sobre todo al principio); la confianza da muchos quebraderos de cabeza si dejas que los pequeños momentos de desconfianza no se apoderen de ti. A veces tenemos que acudir a especialistas a que nos ayuden a dar ese paso porque no siempre somos capaces de darlo por nuestra propia iniciativa. Pero, créeme que se puede y aquí tienes la prueba de ello en mí mismo, y vaya el burro por delante. Algún día te desarrollaré con más detalle aspectos personales que yo mismo he comprobado y experimentado para poder afirmarte con total rotundidad lo que te cuento en este momento.

    Ya te he adelantado en alguna ocasión que lo que comparto contigo en estos vuelos no forma parte del libro gordo de petete ni de la enciclopedia más dicharachera de barrio sésamos sino de mis propias experiencias y vivencias que deseo compartir contigo por si en algún momento pueden resultarte de utilidad o pensar, eso mismo me ocurrió o nunca se me ocurrió pensar en ello porque tu vida, tu trabajo o tus preocupaciones no te permiten dedicar tiempo a tu ser y a entenderte. Si lo hiciésemos más a menudo, seguro que nos iría mejor a más de uno y no pasaríamos esta experiencia casi de largo, como muchos voladores que veo que se marchan sin haber disfrutado de ella. Y es que esta vida es única, irrepetible y somos tremendamente afortunados porque, como decía el desaparecido Facundo Cabral, "La vida no te quita cosas: te libera de cosas… te alivia para que vueles más alto, para que alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una escuela; por eso, lo que llamas problemas, son lecciones. No perdiste a nadie: quien murió, simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además, lo mejor de él o ella, es el amor que sigue en tu corazón."

    Con sus palabras nos vamos ir aproximando al final del vuelo de esta semana. Invitándote a incorporar a tu ser la cualidad de la confianza, previamente con tu aceptación. Sólo así, serás capaz de recuperar tu verdadera esencia y podrás cuestionarte otras muchas cosas que forman parte de ti pero que, sin embargo, no te atreves a dejar. En vez de dejar de fumar, vamos a dejar de nuestra vida la culpa, que nos carga la mente de preocupaciones y malestar. Sé consciente de quien eres y lo que llevas mucho tiempo queriendo conseguir. No hay nada ni nadie que te lo impida, sólo tú y tu mala elección de ingredientes. Pero como los usan todos, aunque sea para mal, pues mal de muchos consuelo de tontos; como se suele decir.

    Atrévete a salir de esa zona de confort, a ser extraño pero por no seguir lo que te marquen los demás sino lo que te dicte tu propio ser. Libera tu propia esencia para contagiarte de cosas buenas, porque amigo volador, no hay nada de malo en tí como te han hecho creer siempre. Ese es nuestro principal problema que nos creemos las mentiras de los demás y las convertimos en nuestras verdades y, sin embargo, nuestra verdadera esencia, identidad o verdad se convierte en mentira para los demás por nuestro miedo al rechazo, a la crítica o a la ignorancia. Quien te habla no se ha sentido jamás mejor consigo mismo que en este momento que soy capaz de expresar y compartir contigo todo aquello que pasa por mi cabeza sin ningún tipo de pudor, vergüenza o miedo a la crítica destructiva de algunos voladores que me constan. Pero lo que no saben ellos y te cuento en secreto es que hay una diferencia entre un verdadero volador y un aficionado o aventurero volador, que lo que yo te puedo mostrar es lo mismo que hay por dentro y por fuera. otros, sin embargo, muestran al exterior lo que todos los demás esperan de ellos, a cambio de destruir y dañar su verdadera esencia. Esa es la meta que trato de hacerte llegar con todos estos vuelos, que tú mismo tengas la oportunidad de experimentar ese otro lado con conocimiento de todo y sin prejuicios que contaminen tu libertad de pensamiento.

    Volador, una vez más, ha sido un enorme placer compartir este nuevo vuelo contigo. Espero que lo hayas disfrutado tanto como yo. como siempre, agradezco tus comentarios y like al video. y si quieres seguir viviendo esta aventura te suscribas al canal para no perderte nada. Nos volvemos a encontrar la próxima semana. un inmenso abrazo

    En Motril a 14 de Mayo de 2022

    Javier Mercado

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domingo, 8 de mayo de 2022

Cap 23 El subconsciente: la herramienta de nuestra mente.

     Volador@, nuevo encuentro con nuestro ser.  ¿Qué tal el encuentro con nuestra alma? ¿Has empezado a ser consciente de prestarle un poco de atención? Como todo en la vida, es cuestión de paciencia y práctica. Seguro que tu alma y tu propio ser te lo agradecerán. Vamos a dar un  paso más, si te parece, para seguir tratando de acercarnos a ese gran desconocido que nos habita. Agradezco tu presencia en este nuevo viaje que nos disponemos a iniciar. Por tanto, ponte cómod@ y prepárate a vivir las sensaciones que producen las alturas durante nuestro viaje de El Vuelo del Ser.


    Hoy quiero compartir contigo una sensación que nos inunda a lo largo de nuestra vida y que produce ciertos frenos y malestar en nuestro ser. Como sabrás, nuestra mente es un instrumento muy poderoso que poseemos del cuál no nos preparan a manejar, antes devenir, como lo hacen las autoescuelas cuando nos enseñan a manejar un vehículo a motor. Nuestra mente, es nuestro vehículo sensorial el cual está en continuo trabajo y que sólo recarga en ciertas ocasiones, ya que hasta cuando dormimos sigue en modo on a través del proceso de los sueños, que es otra faceta más de nuestra mente.

    Pero hoy me quiero detener en su aspecto más peculiar y común a todos nosotros. Es la guía o el rail de nuestro ser al convertirse en el verdadero guión de nuestra vida. En muchas ocasiones me he parado a pensar sobre su poder y sobre su funcionamiento fuera del aspecto científico, ya sabes que mis reflexiones no son científicas, ni mucho menos, sino más personales y mundanas. Ése área, la dejo para los profesionales del sector. Yo lo que pretendo transmitirte es mi humilde opinión y reflexión acerca de  esta gran máquina que nos domina día a día a todos y que tanto nos cuesta controlar sus mandos de dirección. Quizás es que puedan ser incontrolables. A priori y, tras mucho darle vueltas, he descubierto que no es así. Por supuesto que es controlable, sólo hay que saber cómo acercarnos a ella y conocer su funcionamiento individual. Porque, aunque todos la poseamos y, en términos generales, sean muy similares; en el fondo, como cada uno de nosotros hay grandes diferencias y, por tanto, sólo cada uno de nosotros somos capaces de poder acercarnos a ella a un nivel tal que nos pueda aportar aquello que deseamos.

    Y dirás, menuda sartenada me acabas de soltar. Pero, ya sabes que estos vuelos no son técnicos sino adaptados a cualquier ser y por tanto, sabes que suelo ser muy descriptivo y claro en algunos aspectos para que hasta el más simple de los mortales pueda saber a qué nos referimos. Pero, no perdamos tiempo y vamos a meternos en faena, que seguro que te estarás preguntando ¿cómo puedo pilotar mi mente?. Yo he descubierto que es posible aunque, querido volador@ tarea árdua, ya te aviso de antemano. Ya sabes, que siempre va no un paso más por delante de nuestra actuación física, sino que puede ir muchísimo más adelante de lo que creemos. Depende lógicamente de la esencia de cada uno de nosotros.

    La  mente nos ayuda, en muchas ocasiones a analizar hechos futuros, a valorar situaciones pasadas pero, en muchas ocasiones, nos juega malas pasadas y puede ser muy destructiva para nuestro ser. Por ello, es necesario, al igual que el resto de elementos que componen nuestro ser, ser conscientes de su potencial y cómo tratar de adaptar a su funcionamiento. Para ello, tenemos una herramienta muy buena que es nuestro subconsciente y que ello provoca grandes discusiones. La lucha diaria entre mente y subconsciente no me digáis que no es frenética. Todo ello tiene un fin, aunque no nos demos cuenta. Ese subconsciente es la herramienta más importante que tiene nuestro ser para poder manejar o pilotar nuestra mente. Digamos que es el verdadero volante y el que nos pone a prueba ante la disparidad de caminos por lo que nuestra mente discurre. Es muy curioso si lo analizas personalmente. Ya sabéis que una de las actividades más importantes de las que os llevo hablando durante nuestros vuelos para poder acercarnos a conocer nuestro ser, no es otra que nuestra capacidad observadora y, como siempre indico, como un tercero para que las circunstancias que experimentan en primera persona, no influyan en tus conclusiones de observador@. 


    Lógicamente siempre que nos referimos a la mente y al subconsciente en cuanto a la capacidad observadora, sólo la vas a poder poner en práctica contigo mismo, ya que en este viaje no puedes experimentarla con los demás; lógicamente porque nuestra mente está limitada en esta experiencia. Pero creo haberte adelantado en algún episodio que tu ser dispone de esa capacidad en realidad y hay personas que tienen medio desbloqueada esa cualidad y son capaces de conectar o escuchar la mente de cualquiera de nosotros. Eso es así, lo creamos o no. Pero, esa información no es relevante ahora para lo que nos ocupa. Te lo transmito sólo a título informativo. Como bien te he dicho, es muy importante observar nuestra propia lucha entre mente y subconsciente para tratar de ver cómo funciona. Porque querido volador@, si observas con detenimiento es fácil que te des cuenta cómo se desarrolla esa lucha entre mente y subconsciente ya que suele tener un patrón común.

    Así, una vez que la analizas en detalle, podrás ser capaz de empezar a manejar ciertas situaciones mentales que se te escapan de tus manos y que, a veces, nos producen mucho daño: como por ejemplo, cuando nos enfrentamos a los remordimientos de los que hemos hablado, ante una situación de miedo o ante una situación de euforia, por qué no. Esta dualidad actúa en todos los aspectos de nuestra vida. Pero, como siempre, hay que irse al escalón más bajo para poder comenzar a entender semejante proceso tan complicado. Por eso, a veces, soy tan instructivo y simplista en mis manifestaciones. Creedme que no es nada fácil extrapolar todo aquello que creo haber descubierto con palabras sencillas y mundanas sin que, en el fondo, puedas pensar que es todo una fantasía literaria de un loco soñador. 

    Ya sabes que no importa el medio, sino el fin. Y que cuando inicié este camino contaba con todas esas circunstancias. Por tanto, volador@, que lío yo solo, tras ese proceso de observación vas a recibir la información suficiente para poder analizar cómo actúa tu mente y como el subconsciente le influye en su actividad diaria. Con esa información, lo que debes realmente hacer es aplicarla a tus vivencias. Y, en este caso, me voy a basar en un ejemplo para poder ser más ilustrativo. Piensa en una situación cotidiana y, en este caso, me voy a basar en un guiño a compañeros de profesión. Un poner, como diría mi querido profesor de Derecho Mercantil. Imagina que eres Administrador de Fincas y que tienes una reunión de una comunidad de propietarios. Sólo el que la vive desde ese extremos sabe lo que nuestra mente (hablo en primera persona por pertenecer a dicho colectivo) puede llegar a pasar antes de arrancar con el primer punto del orden del día. La batalla campal entre nuestra mente y subconsciente es peor que la mayor de las guerras. Nuestra mente creadora nos expone infinidad de situaciones que luego, más del 99% no llegan ocurrir, porque al final sólo ocurre una que es la realidad. Y ahí está nuestro subconsciente, como se suele decir, pinchando en ambos sentidos buenos y malos. Esa lucha entre mente y subconsciente ocurre mientras inicias la situación a la que vas a experimentar pero luego se van desvaneciendo conforme la situación o el devenir de los hechos toman el control de tu mente. 

    Esto mismo que acabo de plantear puede valer cuando te vas a enfrentar a un examen, cuando le vas a pedir matrimonio a tu pareja, o cualquier otra situación que pueda pasar por nuestra cabeza. Por ello, es necesario que cuando vivas ese momento lo observes y analices. La información que te va a dar va a ser muy útil para poder influir si nuevamente vuelves a vivir esa situación, más que en tu mente; en tu subconsciente porque ahí es donde verdaderamente podemos influir. La mente es inamovible, sólo las herramientas de acompañamiento son las que podemos manejar para poder controlar mejor dicha herramienta (mente) que se escapa de nuestro control. Porque, querido volador@, la mente solo la podrás conocer un poco más pero no controlar ya que ella viene a cumplir un fin y camino del que jamás podrás desviarla. Es como el tren que va por un rail, jamás se podrá salir del mismo mientras funciona, puede cambiar de rail en una dirección u otra (a través del subconsciente), en términos mente-tren. Por eso, en muchas ocasiones, mi subconsciente ha tratado de que mi mente abandone este proyecto con múltiples argumento o que lo posponga, sin embargo mi mente me acompaña cada semana para seguir aportando ese granito de arena y de luz a quien lo desee. Como ves, aquí estoy nuevamente cumpliendo el fin de mi mente, sin dejarme arrastrar por los devaneos de mi subconsciente. Ponlo en práctica. 

    Madre mía que altura hemos llegado a tomar hoy. A veces, hasta yo me sorprendo. Una vez que me dejo llevar pierdo hasta el control. Hay voladores que me preguntan y tú de dónde sacas toda esa información para los vuelos. Siempre os he sido sinceros, me siento a escribir y me dejo fluir. Dejo que sea mi mente la que escriba y use mis manos para poder transcribiros este pequeño guión que compartimos cada semana. En fin volador@, llega el momento triste de bajar en altura para ir volviendo a nuestra realidad mundana. Gracias, como siempre por acompañarme en este nuevo viaje y si te gustó el video regálame un like y suscríbete si no te quieres perder el resto. Nos volveremos a encontrar la próxima semana. Un inmenso abrazo.

En Motril a 7 de Mayo de 2.022
Javier Mercado  

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domingo, 1 de mayo de 2022

Cap 22 El Alma: el engranaje de nuestro ser.

   Bienvenid@ volador a una nueva etapa de nuestro viaje por las alturas. ¿Pudiste analizar en qué momento de tu juventud te apartaste de tu verdadero ser, como te propuse la pasada semana? Sólo tú serás capaz de averiguar en qué momento ocurrió porque ese fue el origen del desapego de tu ser que hoy vives realmente. Ya sabes que si no lo llegaste a ver a la primera puedes hacer cuántos viajes necesites hasta darte cuenta de ello y poder encontrar el origen de donde partir hacia tu reencuentro.

¿Preparado para una nueva aventura? Si es así vamos a ello, no sin antes recordarte que si acabas de llegar o aún no lo has hecho. Te invito a que te suscribas a nuestro canal y nos compartas un comentario sobre el tema de hoy. Nos vamos directos al despegue hacia un nuevo Vuelo del Ser.

Volador@, el tiempo pasa rápido y ya hemos experimentado 21 vuelos juntos en los que hemos ido acercándonos a ciertos aspectos que, por nuestra forma de vida, solemos pasar de largo porque apenas tenemos tiempo para nosotros y mucho menos para cultivar nuestro alma. Y precisamente, es necesario dedicar un vuelo a ese cultivo que abandonamos cuando nuestra vida comienza a complicarse con multitud de problemas que nos entretienen de una manera tan feroz que hace que descuidemos la semilla que realmente hace que estemos aquí día a día. Nuestra alma, esa gran desconocida para el ser humano y tan castigada. Es la verdadera sufridora de nuestro ser porque, a pesar de que la ponemos en aprietos continuamente, es la sufridora más silenciosa que conozco.

Todo lo soporta, todo lo asume y lo convierte en algo pasajero para que podamos superar nuestro día a día y el viaje continúe a pesar de las circunstancias adversas a las que nos podemos llegar a enfrentar. Pero, como últimamente hago, para partir de un punto racional que es nuestra parte más ególatra vamos a partir de su concepto más humano: >Entidad abstracta tradicionalmente considerada la parte inmaterial que, junto con el cuerpo o parte material, constituye el ser humano; se le atribuye la capacidad de sentir y pensar.". Me voy a quedar con dos conceptos clave: parte inmaterial y capacidad de sentir y pensar. Por tanto, si te paras a pensar un poco en ello, nuestra alma es algo tan vital de nuestro ser como el corazón para que nuestro cuerpo pueda funcionar a diario. Sin embargo, es la gran olvidada del ser humano, por el hecho de que lo soporta todo. Quizás podemos ser más cuidadosos con nuestro corazón (aunque algunos no tanto) que con un elemento tan vital como es la máquina invisible que nos ayuda a sentir y pensar.

¿Pensabas que el alma no necesita de cuidados? Pues bien, querido volador@, también es un elemento fundamental en nuestra vida a cuidar para que haya ese equilibrio entre cuerpo (corazón) y mente (alma). Por eso, llegados a este punto tenemos que detenernos en analizar ¿qué estamos haciendo con nuestra semilla del ser o alma?. ¿En qué momento te olvidaste de ella? ¿Cuándo fue la última vez que la abonaste o la regaste de tu esencia para que pueda seguir floreciendo?. Si te das cuenta y miras a tu alrededor cuánta gente hay que ni siquiera son conscientes que gracias a ella pueden experimentar todo aquello que viven y experimentan día a día. Si te soy sincero casi nadie, y me estoy explayando le dedica algunos minutos de su vida a ese elemento tan vital y silencioso que siempre está de nuestro lado y que jamás nos abandona; por muy crueles que podamos llegar a ser con ella. 

Y te preguntarás, después de todo este rollo poético que te acabo de soltar ¿cómo puedo cultivarla o cuidarla?. Primero, amig@ mío tienes que ser consciente de su existencia e importancia. Jamás podrás querer y cuidar algo de lo que ni siquiera eres consciente. Debes de empezar a conectar con ella poco a poco, preguntándole como está, cuánto tiempo la llevas abandonando y tu deseo de reencontrarte con ella de nuevo y continuar el camino juntos. La forma de entablar esa primera conversación que para tí, a priori, puede ser absurda es de forma mental a través de nuestro subconsciente. Recuerda que es nuestra parte inmaterial para sentir y pensar, no vas a tener una tertulia con ella tomando un café como lo puedes hacer con un amig@. Busca ese momento de tranquilidad y acércate a ella mentalmente, seguro que se alegrará mucho de que te hayas vuelto a dar cuenta de que forma parte de ti y que está contigo desde el principio de tu existencia, aunque no la hayas buscado hasta ahora.

    Pues bien, una vez que hemos sido capaces de ser conscientes de que está ahí y nos hemos vuelto a interesar por ella. Llega el momento de, tras el reencuentro, comenzar a cuidarla. No hace falta que te desvivas, lo que no has hecho en todo este tiempo no lo vas a hacer ahora en dos días. Piensa en su capacidad de aguante tras todo este tiempo a tu lado enfrentada al abandono más absoluto al que ha estado expuesta hasta ahora. Tan sólo con un pequeño reencuentro de vez en cuando, una vez a la semana, o incluso al mes; para empezar. Conecta con ella y hazle saber que eres consciente de su existencia, de todo lo que lleva experimentado contigo y aliméntala simple y llanamente con recordarle que ahora vas a estar ahí con ella consciente de todo lo que te queda por compartir y que jamás volverás a dejarla sola; a pesar de que ella jamás lo ha hecho contigo.

    Como ves, no hay que hacer grandes experimentos ni rituales esotéricos para poder conectar y cuidar algo que sólo te pertenece a ti. A veces, el ser humano utiliza toda esa parafernalia de velas, rituales, olores, ropas para creerse algo que es más sencillo de comprender. Porque, querido amig@, la vida y nuestro ser es mucho más sencillo de lo que creemos. No necesitamos manual de instrucciones ni gurús que nos guien hacia nuestro ser: Tú tienes todo lo que necesitas y todos, hasta los catalogados como más pobres de espíritu. El verdadero privilegio es poder conectar con nuestra virtud (que ya poseemos) para conectar con toda esa información que ya poseemos y que olvidamos que forma parte de nosotros. Recuerda que todos somos iguales, con independencia de nuestra mentalidad, cualidades o forma de ser. Eso son solo aspectos exteriores que desarrollamos con más o menos floritura. Pero, en realidad, nuestra verdadera esencia es la misma en todos los seres humanos por muy diferentes que podamos aparentar ser al expresarnos o nuestras características físicas. Eso es tan solo un atuendo del ser elegido por cada uno de nosotros para experimentar este viaje.   

align: baseline; white-space: pre-wrap;">    Por tanto, querido volador@, deseo que a partir de este vuelo comiences a darte cuenta de lo afortunad@ que ya eres. Que tienes un alma extraordinaria igual que hasta la del más horrendo de los mortales porque viene de serie con nosotros. De ti depende volver a conectar y empezar a cuidarla con pequeños gestos. Porque, no te he hablado de los efectos secundarios de empezar a cuidar y regar nuestra alma. Te podrás imaginar, que ella y sólo ella exteriorizará lo mejor de ti; y no sólo eso. Te hará sentir quien eres en realidad, desaparecerán tus miedos, sufrimientos, dudas, etc. Digamos que el alma, en términos coloquiales, es como el corazón para nuestro cuerpo físico. Es nuestra pieza fundamental de nuestro ser para que el mismo pueda funcionar con todo su esplendor. Para eso no hay pastilla alguna que te pueda ofrecer, porque las toxicidades de nuestro interior no se van con una pastilla; fíjate lo intrigante que puede llegar a ser que cada uno de nosotros disponemos del medicamento que la puede curar o alimentar y nadie más te podrá ayudar a ello.

    Una semana más llegamos a nuestro momento triste de despedida. Pero, nunca hay momentos tristes si siempre hay posibilidad de un reencuentro el cual volverá a ser la próxima semana por este mismo canal y a la misma hora, como diría el Chavo del 8. Gracias de corazón por estar ahí, de disfrutar de lo vuelos o simplemente reirte de ellos. Lo importante es que estés ahí y pienses en ello. Te recuerdo quesi hay alguna cuestión que te interese que tratemos en algún vuelo la compartas en la cajita de comentarios y si te gustó el video o audio, regálanos un like para alimentar el alma del Vuelo del Ser. Un inmenso abrazo.  

    En Motril a 30 de Abril de 2022

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SINCERIDAD: HACER LO CORRECTO DE FORMA TRANSPARENTE

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