domingo, 24 de abril de 2022

Cap 21 Juventud: maligna transformación

    Bienvenid@ volador@ a esta nueva etapa de nuestro viaje semanal. ¿Qué tal el procesar nuestra faceta sobre el remordimiento? Espero que lo hayas interiorizado y te dispongas a apartarlo de tu vida, con el fin de evitar sufrir en exceso sobre hechos pasado que ya no pueden ser modificados. Veo que aún sigues ahí cada semana y eso es importante. La constancia es necesaria para poder hacer grandes transformaciones de nuestro ser, aunque en muchas ocasiones nos aparezca el deseo de abandonar porque no estamos preparad@s para enfrentarnos a lo incomodo. Una semana más agradezco tu compañía y, si este es tu primer vuelo y te gusta, suscríbete y dale a la campanita de notificaciones para no perderte ningún vuelo. Con todo preparado no me queda otra que ponernos el cinturón y tomar pista para despegar hacia un nuevo Vuelo del Ser.


    Volador@ ya son unos cuantos vuelos los que llevamos juntos y, la verdad, cada día sé que nos afloran muchas dudas porque todo lo que abordamos cada semana no suele ser algo en lo que normalmente pensamos. Nos queda aún mucho camino que recorrer porque durante nuestro viaje llamado vida desde que dejamos nuestra etapa infantil, en la que todo es descubrir, nos solemos poner la máscara social y comenzamos el proceso de olvido de de nuestro ser para iniciar una transformación hacia lo que los demás esperan de nosotros y no lo que realmente tú esperabas de ti.

     En uno de nuestros vuelos te invité a rememorar tu origen y tu etapa infantil, porque es necesario recordar de donde partimos para poder analizar dónde estamos y por qué. Si no has hecho ese vuelo, te lo recomiendo para poder seguir avanzando en nuestra reflexión de hoy. Nuestro primer momento en el que nos vamos apartando de nuestra verdadera esencia es en nuestra etapa de adolescente que es cuando realmente comienza nuestra andadura hacia el sufrimiento real. Es una etapa muy importante de analizar internamente porque, en realidad, es cuando se produce la ruptura con nuestro ser. Pretendemos convertirnos en lo que no somos y ahí es cuando comienza nuestro periplo de desengaños, traiciones, sufrimientos y desilusiones, entre otras sensaciones. Nuestro ímpetu conquistador que ha sido inculcado durante nuestra infancia comienza a florecer con toda su intensidad. En ese momento de nuestra vida todo vale: conseguir amistades, hacernos un hueco en la sociedad, nuestro deseo de conseguir aquello que anhelamos y que vemos que tienen los demás, etc.  

    Hay una frase muy conocida por todos que repetimos al madurar, "juventud, divino tesoro"; yo mas bien diría "juventud, maligna transformación". Quizás cuando pensamos en ese momento de juventud, sólo pensamos en los situaciones felices que ahora ya no disfrutamos pero, en realidad, esos momento de ayer son los causantes de la realidad que hoy vivimos. Hoy quiero compartir contigo un pequeño ejercicio de autoanálisis de nuestra vida. Es muy importante hacerlo de vez en cuando, para poder entender todo lo que hoy experimentas. Siempre hemos pensado ¿por qué me ocurre esto? ¿por qué a mí? Sin embargo, nunca hemos hecho un pequeño examen de repaso de nuestro camino que, si lo hacemos detenidamente y, sobre todo, sin espíritu crítico; nos aportará mucha más información valiosa de la que nos creemos.



    En ese viaje, lo más destacable para poder disfrutarlo y entenderlo es practicar la máxima de no juzgarnos, ya que si no lo hacemos así no tendría sentido. Es necesario que se cumpla esta primera cuestión para poder obtener una información que nos pueda resultar valiosa a nuestro ser y no venga contaminada por las sensaciones que produce el juzgar y condenar cualquier actuación. Tiene que ser un encuentro con nuestro camino hacia el pasado pero, como siempre digo, en plan espectador; sin inmiscuirte en la trama del protagonista (que eres tú mism@). Es importante, hacerlo desde este punto de vista para poder entender muchas de las cosas que has vivido y te han llevado donde hoy estás. Aunque el proceso haya sido desagradable. A veces experimentamos ciertas vivencias duras y desagradables que, en realidad, nos aportan una gran sensación y nos ayudan a entender muchas vivencias, a posteriori que, sin esas experiencias previas carecerían de sentido. Es muy importante que apartes los sentimientos en esa fase de análisis porque, querido volador@, lo quieras o no, los sentimientos influyen en exceso en todas nuestras vivencias y , los mismos, aunque se suelen interpretar siempre como buenos, pueden llegar a ser muy destructivos. Por ello, es importante que esa observación y repaso se haga desprovista de sentimientos hacia los hechos y vivencias que vas a analizar.
    Recuerda siempre llevar el desaprender, del que hablamos, al máximo nivel para que no influya todo lo que hasta ahora crees como válido en la sociedad en este proceso. Lo que pretendo es que tu mism@ puedas reconocer todo aquello que has experimentado en tu vida y que hasta ahora no has sido capaz de encajar en el puzle de tu vida. Porque lo creas o no querido volador@, todos y cada uno de los acontecimientos que experimentas forman parte de ese puzle final de infinitas piezas que nos llevamos en nuestra mente el día que nos marchamos de aquí para continuar nuestro periplo por otros lares del universo. Porque ni somos los únicos habitantes del universo, ni nuestra esencia nace y muere aquí. Somos seres infinitos con una capacidad de transformación y adaptación más increíble de lo que podemos llegar a creer. Pero, eso es harina de otro costal que iremos desgranando conforme vayamos cogiendo confianza en las alturas de nuestros vuelos.

    Por tanto, y para ir concluyendo esta nueva aventura, te invito a que hagas ese viaje a tu juventud y como si viéramos una peli d cine mudo proyectes en tu mente, de nuevo, todo ese camino recorrido sin sentimientos del protagonista que eres y sin juzgar los hechos. Va a ser complicado, porque hasta en cualquier película que vemos o nos hartamos de reir o lo mismo lloramos como sino hubiese un mañana. Eso ocurre porque dejamos aflorar nuestro sentimientos que siempre están ahí para avivar nuestras vivencias; como cuando decimos tengo los sentimientos a flor de piel. Pues bien , trata de guardarlos en un cajón por un momento mientras realizas este pequeño viaje interior y actúa como un verdadero observador. Las pistas que te va a ofrecer esa experiencia son únicas y, puede que comiences a entender muchas cosas que, hasta ahora, para tí eran inexplicables por estar nublado por tus sentimientos a la hora de entenderlo todo.

    Volador@ llega la hora de bajar en altura una vez más. La vuelta a la realidad siempre es dura, porque se está tan bien aquí en las alturas donde todo es de otra forma que como que, cada vez que nos toca bajar, nos sentimos desanimados de tener que volver a nuestra realidad cruel. Pero tranquil@, que el tiempo nos enseñará a convertir en habitual este cambio en nosotros conforme se vaya interiorizando y, cada vez, nos resultará menos incómodo ese cambio de altura. Lo dicho, agradezco, una vez más, tu compañía y que te animes a transmitirme tu experiencia, ya sea en público a través de la cajita de comentarios o por privado. Si hay algún tema que te interese más que podamos tratar, puedes sugerirlo ya que es importante para que disfrutes de nuestra estancia en nuestro canal y a mi me ayuda a seguir haciendo contenido de tu interés. Hasta la próxima semana. Un inmenso abrazo.

En Motril a 23 de Abril de 2.022

Javier Mercado

Sino quieres leer, puedes escucharnos a través de nuestro podcast:

O bien a través de nuestro Canal de Youtube:

domingo, 17 de abril de 2022

Cap 20 Remordimiento: El amigo de la culpa

 Volador@ ¿Qué hay?. Una nueva semana dispuesto a nuestro pequeño encuentro para cuidar nuestro interior y nuestra mente. ¿Has empezado a probar la sensación de vértigo de la que hablamos?. Es necesario ir tomando contacto para que nos vayamos acostumbrando a nuevas sensaciones que no recordamos pero que forman parte de nosotros. Una vez más agradezco tu fidelidad semanal y a esos 85 suscriptores que han apostado por creer en uno mismo. Vamos a tomar pista para vivir las sensaciones que producen la aventura de El Vuelo del Ser.

Hoy vamos a tocar un tema que, como prácticamente, casi todo de lo que hablamos forma parte de nuestro día a día. Me refiero a lo que conocemos como "remordimiento". Vamos a partir de su definición porque es importante entender a qué nos referimos "sentimiento que experimenta una persona cuando cree que no ha actuado de manera correcta". Quien, hoy día , no ha experimentado dicho sentimiento y quien no se machaca constantemente con ello. Pues bien, hoy quiero que pienses en este mito que nos castiga constantemente y que es otro de nuestro enemigos más férreos de nuestro ser.

El remordimiento es un elemento que va muy ligado a otro, del que ya tuvimos ocasión de hablar. La culpa. ¿Te acuerdas?. Si no tuviste ocasión, te remito al capítulo 6 dónde tuvimos ocasión de experimentarla. Si la culpa nos producía daño, el remordimiento es esa sensación placentera de sufrimiento que usamos para extender la sensación de autolesión y daño que, inconscientemente, nos produce placer. Y es que aunque el ser humano no lo crea, nos sentimos mejor en los momentos en los que nos lastimamos o sufrimos que en los momentos de más bienestar o felicidad. Sino, párate a pensar un momento, mira hacia atrás y pon en una balanza los momentos buenos y malos de tu vida. Seguro que la balanza de los malos está desbordada de pesas y la de los buenos está bien alta porque no puede soportar el desequilibrio que produce el peso del sufrimiento y la culpa.

Pues bien, hoy vamos a tratar de aligerar un poco dicha balanza porque vamos a tratar de eliminar algunas pesas. Nos vamos a centrar, por hoy, sólo en el remordimiento. Partiendo de su definición que hemos visto antes, si te fijas el remordimiento no es otra cosa que un instrumento mental creado por nosotros mismos para acrecentar nuestra sensación de malestar. Es muy amigo de la culpa porque se complementan. Pero ¿por qué sentimos remordimiento ante algo que hemos hecho? Piensa que cuando ya has hecho algo, es una situación que ya no puedes evitar porque ya ha ocurrido, osea, que es pasado. Y el pasado, como su propio nombre indica es algo que no se puede modificar. Ahora bien, el remordimiento surge por esa necesidad de lastimarnos o autocastigarnos cuando creemos que hemos hecho algo que clasificamos como malo. Ya ha vuelto a la palestra la palabra clasificación. Si te das cuenta. Todos nuestros pensamientos o actuaciones tienen una necesidad perentoria de ser clasificados y ordenados por nuestra mente para buscar la sensación, en función de su clasificación, de bienestar o malestar.

Sé que lo que hoy te quiero plantear es algo que excede un poco de nuestro punto de vista más racional, pero me he dado cuenta de que cuanto más racional u observador eres, más puedes entender al ser humano y más te puedes dar cuenta de la cantidad de instrumentos que tiene el ser humano para experimentar las sensaciones que producen dolor y sufrimiento. Yo te puedo asegurar que cada día lo voy implantando mucho más en mi ser: dejar de sufrir. Esa sensación es indescriptible, pero te puedo asegurar que sólo depende de ti. No hay nadie que te pueda ayudar a ello. Sólo tu y nadie más tienes la fórmula secreta de que eso cambie en tu vida. Por eso, hoy quiero invitarte a que trates de apartar de tu vida, sino de forma definitiva, que vayas probando la sensación de remordimiento.

Usa un poco tu cabeza para razonar qué te produce. Si algo ha ocurrido y no tiene posibilidad de cambio, no queda otra que asumir dicha situación. Lamentarse de hacer algo que ya, de por sí, es imposible remediar, no tiene razón de ser y más si para lo que sirve es para hacernos daño. Por eso, es necesario tratar de no lastimarnos con esa sensación que produce el remordimiento. Algo que va muy entroncado con "el pasado" de lo que tendremos ocasión de hablar y experimentar en algún que otro vuelo. Pero, no nos desviemos, que ya sabes, que yo soy experto en ello, subo y bajo con gran facilidad. Es lo que produce la sensación de libertad del ser cuando abres tu mente a la realidad de nuestro interior. Por ello, te voy a pedir que dediques un momento a pensar ¿en cuántas ocasiones en tu vida te has lastimado o sufrido por ese remordimiento que, en muchas ocasiones, hasta ha sido infundado?. Porque esa es otra, el remordimiento es un instrumento de creación propia, porque no suele producir un daño a un tercero. Por ejemplo, cuando engañas a alguien y ese tercero ni si quiera se entera. Pero, nosotros que somos muy justicieros, ya nos autocastigamos.

Ese remordimiento tiene su reminiscencia histórica en la sensación de pecado o hacer algo no reconocido socialmente. A través de la sensación de castigo como que nos sentimos mejor por haber cometido eso que llamamos fechoría. Pero el ser tiene que ser libre en todas sus facetas. Si engañas a alguien es porque tu has querido y tienes que asumir dicha realidad. Además, cuando engañas a alguien, en realidad, a quien engañas es a tí mismo, igual que cuando mientes. Entiendo que en esta sociedad es muy complicado vivir siendo transparente y diciendo siempre la verdad pero, si no lo haces por el motivo que sea, no procede luego el autocastigo que produce el remordimiento. En realidad, hay que aceptar que nuestros actos forman parte de nuestra vida y que no podemos evitarlos, por mucho que queramos. Por tanto, no sirve de nada luego salir por la tangente.

Puedo entender que el tema de hoy es un poco peliagudo e incómodo, como casi todo lo que te propongo pero ya sabes que mi labor de encuentro semanal no es otra cosa que traer a tu mente ciertos aspectos en lo que no piensas de forma cotidiana en tu vida pero que, sin embargo, vives y sientes a diario. No te voy a dar la receta de su liberación pero si creo que e importante detenernos en ello, de vez en cuando, aunque sólo sea en estos diez minutos que dedicamos. El hecho de que te lo plantees unos minutos, para mi me doy por satisfecho. Ahora tu decides en cuánto quieres profundizar. Lo comparto contigo porque como, en muchas otras cuestiones que he compartido, me he lastimado mucho con ello y me he dado cuenta que el fustigador he sido yo mismo por no ser consciente de aceptar la realidad que a cada uno nos toca vivir. A veces, con mejores experiencias o peores. En realidad, el fin último de todo esto es aprender a disfrutar de todos los acontecimientos o sensaciones que experimentamos a lo largo de nuestra vida. Nos toque el capítulo que nos toque. Al final da igual.

La vida es sólo una, no la malgastes en dedicar atormentar tu ser. Todo lo que experimentas forma parte de ti y de lo que un día te llevarás, una vez abandones este viaje. Con esta pequeña frase me voy a quedar y nos vamos a disponer a bajar en altura porque este vuelo nuevamente llega a su fin. Antes de darnos de bruces contra el suelo o la realidad de nuestro día a día, desearte que hayas disfrutado y, como siempre, agradezco tus comentarios y like al video. Nos encontramos la próxima semana de nuevo por estas alturas. Un inmenso abrazo.

En Motril  16 de Abril 2022

Javier Mercado      

Sino quieres leer, puedes escucharnos a través de nuestro podcast:

O bien a través de nuestro Canal de Youtube:

domingo, 10 de abril de 2022

Cap 19 Sentir la Vida: La sensación de vértigo más placentera.

     Muy buenas Voldar@. ¿Has conseguido encontrar el equilibrio entre la parte ego de tu ser y la más humilde?. ¿Qué cualidad domina más tu vida? Seguro que nuestro ego. Pero es lo normal. Como ya te expliqué la pasada semana, esta experiencia está preparada para que se explaye nuestro ego aunque, a veces, es importante exteriorizar un poco más nuestro lado más humilde que es la cualidad del ser que más nos enriquece como ser. ¿Preparad@ para un nuevo viaje? Si es así, sólo recordarte que si te gusta el video me regales un like y, sino quieres perderte los siguientes, suscríbete y pulsa la campanita de los avisos. Tomamos pista para despegar hacia las alturas con destino a un nuevo Vuelo del Ser.


        Voldar@ esta semana te traigo otra propuesta interesante que nos ayudará a explorar, un poco más si cabe, nuestro interior. En ocasiones, nos encontramos abrumados o en una encrucijada cuando llega el momento de tomar decisiones importantes en nuestra vida. Y me he dado cuenta lo que podemos llegar a sufrir mientras estamos en ese proceso porque ello nos lleva a pensar en multitud de factores externos que, lo único que hacen es provocarnos dolor y malestar. 

    Como te indiqué en algún vuelo, debes de olvidarte en esta vida de clasificar tus experiencias como aciertos o equivocaciones; algo que forma parte del desaprender para poder empezar a disfrutar de lo que te regala la vida. Hoy nos vamos a detener un poco más en esta faceta del desaprender que es muy importante y, una de las más complicadas de modificar. 

    Como sabemos, desde muy pequeños se nos inculca que la vida consiste en acertar o equivocarse, en hacer el bien o el mal, en aspectos positivos o negativos. Ahora bien. Yo me he preguntado en multitud de ocasiones ¿quién establece o decide que algo es buen o malo? ¿Cómo podemos estar seguros de que estamos haciendo realmente lo correcto?. Cuando hacemos algo siempre buscamos que sea alguien externo el que valore nuestra actuación y siempre esperamos que nos de una valoración positiva; aún cuando lo que estemos haciendo nos suponga incomodidad o desasosiego. De verdad piensa en  ello por un momento. ¿Tú siempre haces lo que realmente sientes? Si eres sincer@ contigo mism@ seguro que habrás respondido que no.

    Pues bien, una parte muy relevante de nosotros, si realmente quieres llegar a conocer tu verdadero ser, es que te dispongas a cambiar este pensamiento de tu mente. Sólo serás realmente libre cuando al tomar tus decisiones o actuaciones tu mente no se vea alterada por las posibles consecuencias de tus actos. Y aquí sale a la palestra, el posible conflicto al que hacíamos referencia sobre nuestro ego y la humildad de la pasada semana nuevamente. Cuando yo voy a decidir algo: mi mente se desdobla; por un  lado "el ángel" me dice no puedes hacer eso, vas a causar daño a los demás, piénsalo; etc y, por otro, "el demonio" me dice hazlo, no seas tonto, que se aguanten, disfrútalo, etc. Y esta es la parte más simple de lo que puede pasar por tu cabeza, lo he descrito en versión infantil. Ahora bien, ¿qué hacer ante esta tesitura? 

    Cuando vas a hacer algo y tomes el camino que tomes, hay dos afectados: un tercero o tu ser. Siempre debes tomar el camino que te dicte tu primera intuición o voz interior. Esa es una de las señales principales que nos acompañan a lo largo de nuestra vida y que nos van dando pistas de nuestro camino. Sin embargo, solemos hacer oídos sordos a nuestra voz interior porque nos puede nuestra versión más exterior. Esto es muy importante tenerlo en cuenta porque en el momento que comiences a tomar consciencia de ello irá poco a poco a más y te irás dando cuenta que, una vez tomada la decisión, no se acaba el mundo y no pasa nada. Por ejemplo, ¿en cuántas ocasiones no ha pasado por tu mente querer hacer algo, a priori, un poco relevante como cambiar de trabajo, residencia, de pareja y no lo has hecho porque dices es una locura?. Y sin embargo, con el paso del tiempo se ha ido forjando en tu interior poco a poco ese malestar que ha ido minando cada día tu ilusión. 

    No debes de negarte nada que pase por tu cabeza, por muy extraño que pueda parecer. Para poder identificarlo correctamente debes de pensar en si lo deseas interiormente sin importante nada de lo que acontezca a tu alrededor; con independencia de las posibles consecuencias. Si tu interior te empuja a ello y así lo sientes adelante.  Siempre nos frena la tranquilidad que nos aporta nuestra zona de confort que nos impide poder disfrutar de las numerosas aventuras que la vida nos tiene preparadas ante un cambio. Pero, a pesar de todo, también te puedo indicar que si realmente ese cambio va a llegar; irremediablemente lo vas a tener que experimentar. Lo que tendrás la capacidad de decidir sobre ello es las emociones o sensaciones que tu ser puede experimentar ante una situación. Ya lo he dicho en alguna ocasión que ese es el verdadero poder o don de mando de nuestro ser durante este viaje porque el camino que hacemos inexcusablemente puede desviarse de nuestra senda y no nos queda otro que recorrerlo desde principio hasta el fin. Para eso estamos realmente aquí.

    Por ello, y para ir concluyendo este nuevo vuelo. Sigue trabajando tu mente hacia el desaprender, sigue haciéndole saber a tu cabeza que no pasa nada cuando sales de la zona de confort. Permítele a tu ser "SENTIR LA VIDA" como si calleras de un precipicio. Esa sensación de caída es indescriptible. A veces muy necesaria para poder experimentar otras sensaciones nuevas en tu vida. Sólo cuando subes y bajas y conoces ambos lugares podrás empezar a disfrutar de tu camino con otras sensaciones. Esa es la verdadera enseñanza del ser: conocer nuestras grandezas y nuestras miserias. En ambos lugares se experimentan cosas únicas que te llevarás contigo. No inclines toda tu vida hacia un lugar de la balanza porque te hayan hecho creer lo contrario de lo que es. Y sólo hay una realidad en esta vida y es que existes y eres como tal; todo lo demás son adornos de tu ser. La verdadera esencia de ti es inamovible, sólo puedes montarte en un vagón o en otro, mostrar una cara u otra pero tú mejor que nadie sabes la realidad de quien te habita. No sigas con esa lucha porque no te va a llevar a ningún sitio que no sea producirte más daño y dolor del que ya vemos a diario. 

    En fin volador@, ya habrás visto el peligro que supone tomar mucha altura. Dejamos volar nuestro interior y florecen nuestros pensamientos más profundos. Espero, una vez más, haberos acercado a vuestro ser. Sigo diciendo que es algo complicado pero si realmente has iniciado ese camino cada pasito que des vas a disfrutarlo mucho más porque al notar esas nuevas sensaciones que siempre son agradables, por vivir esa libertad; con el tiempo te irá pareciendo algo más normal todo esto y más anormal todo lo que hasta ahora has ido creyendo. Sea esta aventura para ti un simple entretenimiento o una ventana hacia el inicio de tu interior; te agradezco enormemente tu tiempo y estar ahí. Cuenta con ello una semana más. Bajamos de altura y volvemos a la realidad poco a poco hasta un nuevo episodio de El Vuelo del Ser. Un inmenso abrazo.

    En Motril a 9 de Abril de 2.022

    Javier Mercado    

Sino quieres leer, puedes escucharnos a través de nuestro podcast:

O bien a través de nuestro Canal de Youtube:


sábado, 2 de abril de 2022

Cap 18 El Ego y La Humildad: los dos extremos del Ser

     ¿Qué tal ha ido la semana volador@? ¿Con ánimos de iniciar un nuevo vuelo?. ¿Has localizado algunas de las pistas que tu vida te ha mostrado para indicarte el inicio de tu despertar? Ya sabes que es importante convertirte en un observador para poder ver aquello que, en condiciones normales, pasa desapercibido. Ponlo en práctica y no desesperes, tarde o temprano aparecerán. Si te parece, engrasamos nuestra mente para no perder detalle, ponemos a punto nuestro motor porque nos vamos a tomar pista para iniciar un nuevo Vuelo del Ser. 


    
Bienvenid@ volador@ a este nuevo encuentro semanal. hoy quiero profundizar sobre una cuestión que siempre me he planteado y no he conseguido comprender a ciencia cierta. Todos, en alguna ocasión, hemos vivido momentos desagradables y para que los mismos se produzcan han tenido que participar personas que provoquen dichas experiencias desagradables. Partiendo de que todos, al final, estamos entrelazados en nuestras vidas, he llegado a entender que para que yo pueda experimentar una experiencia triste o desagradable, necesito una persona que provoque dicha situación; al igual que yo mismo he provocado situaciones incómodas alguna vez. 

    Por ese motivo, sigo sin entender por qué nuestro ser no se da cuenta de dicha situación. Y siempre nos damos golpes de pecho cuando nos sentimos atacados o humillados por los demás; sin embargo, no somos lo suficientemente sensatos para reconocer que, en alguna ocasión, nosotros también hemos participado en alguna situación en la que hemos causado daño a alguién. Sin embargo, eso parece que se nos olvida y nos damos golpes de pecho de que somos estupendos y los mejores seres espirituales.

    No somos capaces de reconocer que, en el fondo, todos somos iguales y yo no puedo atacar o criticar a alguién por su actitud ante una situación, cuando yo, en alguna ocasión he podido tener una actitud semejante ante otros hechos. Está claro que cada uno vive sus propias situaciones y no podemos catalogar como hechos mas graves unos que otros. Porque muchos podréis decir, hombre Javier no es lo mismo una mentirijilla piadosa que una traición continuada, o imagínate cualquier situación peor. Esa sensación viene provocada por nuestra imperiosa necesidad de catalogar o etiquetar todo lo que vivimos y, por ello, cuesta aceptar ver esa realidad. Sólo podrás ser consciente de ello cuando empieces a desaprender y a ver la vida de otra forma para poder entender todo esto. 

    El EGO es una de nuestras cualidades más innatas y que más nos acompañan en toda nuestra vida. Y el mismo, es el causante de todos nuestros malos momentos. Porque nos hace ver, ante cualquier situación, que nosotros somos siempre los buenos y el resto del mundo está contra nosotros. Por ello, somos artistas en interpretar cualquier situación en la que siempre nosotros salgamos beneficiados y el malo sea otro. Ojo, que casi siempre, lo hacemos de forma inconsciente por nuestra forma de ser y pensar. Lo que pretendo con el vuelo de hoy, como suelo hacer casi siempre, es hacerte pensar y cuestionar si tu no catalogaras o etiquetaras todos, si fueras un tercero ante una situación y no el protagonista, verías muchas cosas de otra forma y no como las interpretas o sientes. Hay una frase que define al ser humano tal y como es en realidad: "El embudo ancho para mi ego, y el estrecho para los demás". Pensad un momento, cuando analizáis algo y siempre decimos es que yo...., es que yo.... y el burro siempre por delante que no es capaz de reconocer la realidad.

    Esto tiene que ver un poco con otro concepto muy importante y con el que muchos se llenan la boca de poseer (una vez más sale nuestro ego): es que yo soy muy humilde. ¿De verdad te lo crees? Yo creo que cuando esa palabra sale de nuestra boca, ni si quiera nosotros mismos nos lo creemos, ya nos estamos engañando desde el mismo momento que abrimos la boca y lo decimos. El verdadero ser humilde jamás dirá que lo és y no sólo jamás dirá que lo es, sino que incluso le molestará que se lo digan. Porque el que es humilde, en realidad, nunca buscará un halago ; simplemente actuará tal y como siente. Además, retomando este concepto tan popular entre los mal llamados "espirituales" (sin referirme en ningún caso a ninguna religión, que quede claro) son los que más alardean de ello. Y eso tiene su fundamento, el ego les puede y hoy lo que está de moda es decir ser todo lo contrario a lo que eres, en realidad. Yo soy una persona desprovista de egos y muy humilde: mentira. Cada vez que escuches esa frase de alguien, piénsalo. ¿Si, en realidad, lo fuese sentiría la necesidad de indicarlo a los demás?


    Pero, para poder entender, bien estos dos conceptos que nos acompañan a lo largo de nuestra vida y los efectos que producen, de los que ahondaremos en otros vuelos, hay que empezar a tomar conciencia de ellos. Que no es otra cosa que lo que realmente pretendo con el vuelo de hoy. No puedo darte un toque con la varita mágica en diez minutos y que lo veas claro; tampoco lo pretendo. Lo que trato de hacerte ver hoy es que pienses un poco en ello. ¿Cómo de egocéntrico eres? Y si tu mismo te dices ya, de primeras, que no lo eres mal empezamos, porque mal empezamos sino eres capaz de reconocerlo. Es más, yo hasta puedo sentir esa sensación en este momento al escribir este blog, grabar este video o podcast por el mero hecho de hacerlo. Por tanto, librarte al 100% de él, ya te adelanto que prácticamente imposible, ya que siempre habrá en algún momento de nuestra vida que salga. Y, algunos dirán, pero es que es importante tenerlo para poder conseguir algunas cosas. Con respecto a esta cuestión, de momento, solo voy a decir que discrepo. En alguna ocasión, más adelante, trataré de aclarar un poco más por qué.
    
    Pero sigamos que el tiempo apremia y luego me lío y tengo que recortar. Quiero volver a retomar un poco más la humildad, antes de que tengamos que empezar a perder altura y se acabe nuestro vuelo de hoy. Piensa en su concepto: Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento. ¿Lo ves realmente plausible de cumplir? ¿Quién es humilde en tu día a día?. ¿Conoces a alguien que diga conozca sus limitaciones y debilidades y actúe en consecuencia?. Indirectamente ya tocamos de pasada esto en el capítulo 9 "Haz lo que yo diga pero no lo que yo haga". Pero no es imposible tocar a acercarte a esa humildad, para ello, es necesario reencontrarte con tu verdadero ser y poder permitirte actuar en consecuencia. Esa es la verdadera esencia de todos nuestros vuelos. Si has captado la idea, trato de compartir contigo esa experiencia que he ido viviendo, cuestionándome y analizando para poder conocerme un poco más y poder experimentar esa sensación de libertad que produce en el ser poder sentir y expresarte tal y como eres. Porque te digo otra cosa más, hay una frase que nos identifica tal y como somos. La que tu seguramente conoces es la famosa y célebre de Jean-Jacques Rousseau : "El hombre es bueno por naturaleza, y la sociedad es la que lo corrompe". Yo me atrevería a decir que el hombre es humilde de por sí, y es la experiencia de su viaje la que lo corrompe.

    Por ello, sabiendo que en nuestro interior todos somos humildes. Hay que hacer un esfuerzo titánico en poder llegar a ese lugar donde se encuentra lo que llamo "nuestra verdadera esencia" que no es otra cosa que nuestra verdadera sensación de humildad que es la que nos producirá bienestar a lo largo de nuestro viaje denominado vida. Porque, yo lo tengo claro, la felicidad no es algo a lo que un ser humano pueda aspirar en un mundo en el que el principal sentimiento que se experimenta es el sufrimiento. Porque seamos sinceros, en nuestro viaje por el planeta Tierra lo que realmente venimos a experimentar es el sufrimiento o el dolor que en otros mundos no podemos experimentar. Sino, cuestiónate qué persona pasa por esta vida sin haber experimentado dicha sensación en algún momento.

    Uff ahora que estoy calentando motores es el momento de ir descendiendo. Pero bueno, tenemos todo el tiempo del mundo para seguir ahondando en ello. De momento nos abrochamos el cinturón de seguridad, para prepararnos hacia nuestro aterrizaje al mundo real. Espero y deseo que hayas disfrutado de un nuevo vuelo y que te animes al siguiente. Como siempre yo estaré encantado de tu que nos acompañes. Un inmenso abrazo.

    En Motril a 2 de Abril de 2022
    
    Javier Mercado

Sino quieres leer, puedes escucharnos a través de nuestro podcast:

O bien a través de nuestro Canal de Youtube:

  

SINCERIDAD: HACER LO CORRECTO DE FORMA TRANSPARENTE

 Buenos días: Hoy quiero compartir uno de los muchos conceptos o definiciones de SINCERIDAD. algo que cada día brilla por su ausencia en la ...