Mostrando entradas con la etiqueta SUBCONSCIENTE. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta SUBCONSCIENTE. Mostrar todas las entradas

domingo, 8 de mayo de 2022

Cap 23 El subconsciente: la herramienta de nuestra mente.

     Volador@, nuevo encuentro con nuestro ser.  ¿Qué tal el encuentro con nuestra alma? ¿Has empezado a ser consciente de prestarle un poco de atención? Como todo en la vida, es cuestión de paciencia y práctica. Seguro que tu alma y tu propio ser te lo agradecerán. Vamos a dar un  paso más, si te parece, para seguir tratando de acercarnos a ese gran desconocido que nos habita. Agradezco tu presencia en este nuevo viaje que nos disponemos a iniciar. Por tanto, ponte cómod@ y prepárate a vivir las sensaciones que producen las alturas durante nuestro viaje de El Vuelo del Ser.


    Hoy quiero compartir contigo una sensación que nos inunda a lo largo de nuestra vida y que produce ciertos frenos y malestar en nuestro ser. Como sabrás, nuestra mente es un instrumento muy poderoso que poseemos del cuál no nos preparan a manejar, antes devenir, como lo hacen las autoescuelas cuando nos enseñan a manejar un vehículo a motor. Nuestra mente, es nuestro vehículo sensorial el cual está en continuo trabajo y que sólo recarga en ciertas ocasiones, ya que hasta cuando dormimos sigue en modo on a través del proceso de los sueños, que es otra faceta más de nuestra mente.

    Pero hoy me quiero detener en su aspecto más peculiar y común a todos nosotros. Es la guía o el rail de nuestro ser al convertirse en el verdadero guión de nuestra vida. En muchas ocasiones me he parado a pensar sobre su poder y sobre su funcionamiento fuera del aspecto científico, ya sabes que mis reflexiones no son científicas, ni mucho menos, sino más personales y mundanas. Ése área, la dejo para los profesionales del sector. Yo lo que pretendo transmitirte es mi humilde opinión y reflexión acerca de  esta gran máquina que nos domina día a día a todos y que tanto nos cuesta controlar sus mandos de dirección. Quizás es que puedan ser incontrolables. A priori y, tras mucho darle vueltas, he descubierto que no es así. Por supuesto que es controlable, sólo hay que saber cómo acercarnos a ella y conocer su funcionamiento individual. Porque, aunque todos la poseamos y, en términos generales, sean muy similares; en el fondo, como cada uno de nosotros hay grandes diferencias y, por tanto, sólo cada uno de nosotros somos capaces de poder acercarnos a ella a un nivel tal que nos pueda aportar aquello que deseamos.

    Y dirás, menuda sartenada me acabas de soltar. Pero, ya sabes que estos vuelos no son técnicos sino adaptados a cualquier ser y por tanto, sabes que suelo ser muy descriptivo y claro en algunos aspectos para que hasta el más simple de los mortales pueda saber a qué nos referimos. Pero, no perdamos tiempo y vamos a meternos en faena, que seguro que te estarás preguntando ¿cómo puedo pilotar mi mente?. Yo he descubierto que es posible aunque, querido volador@ tarea árdua, ya te aviso de antemano. Ya sabes, que siempre va no un paso más por delante de nuestra actuación física, sino que puede ir muchísimo más adelante de lo que creemos. Depende lógicamente de la esencia de cada uno de nosotros.

    La  mente nos ayuda, en muchas ocasiones a analizar hechos futuros, a valorar situaciones pasadas pero, en muchas ocasiones, nos juega malas pasadas y puede ser muy destructiva para nuestro ser. Por ello, es necesario, al igual que el resto de elementos que componen nuestro ser, ser conscientes de su potencial y cómo tratar de adaptar a su funcionamiento. Para ello, tenemos una herramienta muy buena que es nuestro subconsciente y que ello provoca grandes discusiones. La lucha diaria entre mente y subconsciente no me digáis que no es frenética. Todo ello tiene un fin, aunque no nos demos cuenta. Ese subconsciente es la herramienta más importante que tiene nuestro ser para poder manejar o pilotar nuestra mente. Digamos que es el verdadero volante y el que nos pone a prueba ante la disparidad de caminos por lo que nuestra mente discurre. Es muy curioso si lo analizas personalmente. Ya sabéis que una de las actividades más importantes de las que os llevo hablando durante nuestros vuelos para poder acercarnos a conocer nuestro ser, no es otra que nuestra capacidad observadora y, como siempre indico, como un tercero para que las circunstancias que experimentan en primera persona, no influyan en tus conclusiones de observador@. 


    Lógicamente siempre que nos referimos a la mente y al subconsciente en cuanto a la capacidad observadora, sólo la vas a poder poner en práctica contigo mismo, ya que en este viaje no puedes experimentarla con los demás; lógicamente porque nuestra mente está limitada en esta experiencia. Pero creo haberte adelantado en algún episodio que tu ser dispone de esa capacidad en realidad y hay personas que tienen medio desbloqueada esa cualidad y son capaces de conectar o escuchar la mente de cualquiera de nosotros. Eso es así, lo creamos o no. Pero, esa información no es relevante ahora para lo que nos ocupa. Te lo transmito sólo a título informativo. Como bien te he dicho, es muy importante observar nuestra propia lucha entre mente y subconsciente para tratar de ver cómo funciona. Porque querido volador@, si observas con detenimiento es fácil que te des cuenta cómo se desarrolla esa lucha entre mente y subconsciente ya que suele tener un patrón común.

    Así, una vez que la analizas en detalle, podrás ser capaz de empezar a manejar ciertas situaciones mentales que se te escapan de tus manos y que, a veces, nos producen mucho daño: como por ejemplo, cuando nos enfrentamos a los remordimientos de los que hemos hablado, ante una situación de miedo o ante una situación de euforia, por qué no. Esta dualidad actúa en todos los aspectos de nuestra vida. Pero, como siempre, hay que irse al escalón más bajo para poder comenzar a entender semejante proceso tan complicado. Por eso, a veces, soy tan instructivo y simplista en mis manifestaciones. Creedme que no es nada fácil extrapolar todo aquello que creo haber descubierto con palabras sencillas y mundanas sin que, en el fondo, puedas pensar que es todo una fantasía literaria de un loco soñador. 

    Ya sabes que no importa el medio, sino el fin. Y que cuando inicié este camino contaba con todas esas circunstancias. Por tanto, volador@, que lío yo solo, tras ese proceso de observación vas a recibir la información suficiente para poder analizar cómo actúa tu mente y como el subconsciente le influye en su actividad diaria. Con esa información, lo que debes realmente hacer es aplicarla a tus vivencias. Y, en este caso, me voy a basar en un ejemplo para poder ser más ilustrativo. Piensa en una situación cotidiana y, en este caso, me voy a basar en un guiño a compañeros de profesión. Un poner, como diría mi querido profesor de Derecho Mercantil. Imagina que eres Administrador de Fincas y que tienes una reunión de una comunidad de propietarios. Sólo el que la vive desde ese extremos sabe lo que nuestra mente (hablo en primera persona por pertenecer a dicho colectivo) puede llegar a pasar antes de arrancar con el primer punto del orden del día. La batalla campal entre nuestra mente y subconsciente es peor que la mayor de las guerras. Nuestra mente creadora nos expone infinidad de situaciones que luego, más del 99% no llegan ocurrir, porque al final sólo ocurre una que es la realidad. Y ahí está nuestro subconsciente, como se suele decir, pinchando en ambos sentidos buenos y malos. Esa lucha entre mente y subconsciente ocurre mientras inicias la situación a la que vas a experimentar pero luego se van desvaneciendo conforme la situación o el devenir de los hechos toman el control de tu mente. 

    Esto mismo que acabo de plantear puede valer cuando te vas a enfrentar a un examen, cuando le vas a pedir matrimonio a tu pareja, o cualquier otra situación que pueda pasar por nuestra cabeza. Por ello, es necesario que cuando vivas ese momento lo observes y analices. La información que te va a dar va a ser muy útil para poder influir si nuevamente vuelves a vivir esa situación, más que en tu mente; en tu subconsciente porque ahí es donde verdaderamente podemos influir. La mente es inamovible, sólo las herramientas de acompañamiento son las que podemos manejar para poder controlar mejor dicha herramienta (mente) que se escapa de nuestro control. Porque, querido volador@, la mente solo la podrás conocer un poco más pero no controlar ya que ella viene a cumplir un fin y camino del que jamás podrás desviarla. Es como el tren que va por un rail, jamás se podrá salir del mismo mientras funciona, puede cambiar de rail en una dirección u otra (a través del subconsciente), en términos mente-tren. Por eso, en muchas ocasiones, mi subconsciente ha tratado de que mi mente abandone este proyecto con múltiples argumento o que lo posponga, sin embargo mi mente me acompaña cada semana para seguir aportando ese granito de arena y de luz a quien lo desee. Como ves, aquí estoy nuevamente cumpliendo el fin de mi mente, sin dejarme arrastrar por los devaneos de mi subconsciente. Ponlo en práctica. 

    Madre mía que altura hemos llegado a tomar hoy. A veces, hasta yo me sorprendo. Una vez que me dejo llevar pierdo hasta el control. Hay voladores que me preguntan y tú de dónde sacas toda esa información para los vuelos. Siempre os he sido sinceros, me siento a escribir y me dejo fluir. Dejo que sea mi mente la que escriba y use mis manos para poder transcribiros este pequeño guión que compartimos cada semana. En fin volador@, llega el momento triste de bajar en altura para ir volviendo a nuestra realidad mundana. Gracias, como siempre por acompañarme en este nuevo viaje y si te gustó el video regálame un like y suscríbete si no te quieres perder el resto. Nos volveremos a encontrar la próxima semana. Un inmenso abrazo.

En Motril a 7 de Mayo de 2.022
Javier Mercado  

Sino quieres leer, puedes escucharnos a través de nuestro podcast:
O bien a través de nuestro Canal de Youtube:

SINCERIDAD: HACER LO CORRECTO DE FORMA TRANSPARENTE

 Buenos días: Hoy quiero compartir uno de los muchos conceptos o definiciones de SINCERIDAD. algo que cada día brilla por su ausencia en la ...